Difteria, 20 años después
¿Qué es la Difteria?
Es una infección aguda y altamente contagiosa causada por la bacteria Corynebacterium Diphtheriae que produce un tipo de toxinas que provoca daños a los tejidos corporales y puede llevar a la salud a un estado de gravedad.
Sus síntomas suelen presentarse a los 2 o 5 días después del contacto con la bacteria y se presentan de manera gradual, iniciando con leves dolores de garganta y fiebre.
En casos de gravedad la bacteria produce la aparición y segregación de una sustancia tóxica (toxina) espesa de coloración grisácea o blanca en el fondo de la garganta que dificulta la respiración y provoca tos seca. En algunos casos esta toxina ingresa al torrente sanguíneo causando mayores complicaciones como inflamación y lesión del miocardio, inflamación de los nervios, problemas renales o trastornos hemorrágicos por caída del nivel de plaquetas. Las lesiones del miocardio pueden provocar alteraciones del ritmo cardíaco e inflamaciones de los nervios que a veces desembocan en parálisis.
Medio de transmisión (causas)
La Difteria es de fácil trasmisión, al ser una bacteria se propaga por el aire, a través de gotitas respiratorias que son expulsadas mediante el habla, el estornudo o al toser de una persona afectada por la bacteria.
También se puede contraer al entrar en contacto con un objeto como los vasos, vajillas, cubiertos o equipos tecnológicos como los celulares que son compartidos, e incluso por objetos de uso personal como toallas o sábanas. Otro medio general para contraer la difteria es no haber recibido la vacuna correspondiente.
Síntomas
- Dolor de garganta, se presenta inflamación de ganglios linfáticos del cuello. Puede provocar dolor al pasar los alimentos (odinofagia).
- Fiebre, escalofríos y malestar generalizado.
- Sensación de debilidad.
- Secreción nasal con sangre.
- La piel puede mostrar lesiones cutáneas, un color azulado o úlceras.
- Dificultad respiratoria, ronquera, tos seca.
- Secreción abundante de saliva.
- En algunas ocasiones puede no haber síntomas aparentes. Sin embargo, la persona puede ser portadora de la enfermedad, pudiendo contagiar a otras.
Tratamiento
La OMS indica que para tratar esta infección se administra una solución de antitoxina diftérica por inyección intravenosa o intramuscular. También se administran antibióticos para eliminar la bacteria, poner fin a la producción de toxina e impedir el contagio de otras personas.
Generalmente se mantiene en aislamiento a la persona que contrae esta infección para evitar el contagio a más personas.
Recomendaciones
Recordemos que la Difteria es una infección que se puede prevenir a través de la vacunación.
Por recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) todos los niños del mundo deberían estar inmunizados contra la difteria. Una ronda básica de 3 dosis, administradas en el curso del primer año de vida, sienta las bases para adquirir inmunidad vitalicia. Los programas de inmunización deben asegurarse de que más adelante, durante la niñez o adolescencia, cada cual reciba otras 3 dosis de refuerzo de una vacuna que contenga la anatoxina diftérica. A cualquier edad, toda persona que no esté vacunada contra la difteria, o que lo esté sólo parcialmente, debe recibir las dosis necesarias para completar la vacunación.